L’amic Toni Flaquer “Coix” ens ha fet arribar un text de l’any 1889, propi de l'època de carnestoltes en què ens trobam, il·lustratiu de les formes de pensament de finals del segle XIX.

   L’autor és G. Artigues, un vicari arribat a Capdepera que se trobà amb una societat que l’escandalitzà. Vegeu com a mostra la carta remesa al Bisbe, datada el 5 de març  de 1889:

 “Estos días de carnaval han dado un testimonio de lo que es este pueblo y de su poco pudor é ignorancia  religiosa. En estos días, excepto una porcioncita que han conocido de veras la piedad, parece que se han vuelto locos, las mujeres solteras y casadas casi todas después de meter una bulla infernal todo el día, van por las noches hasta la 9 y 10 y aún más, cantando mezcladas con los hombres sin luces cosa que no puede ser más escandalosa y las mujeres encienden lo desperdicios de las palmas que trabajan y queman a los hombres por la cara y la cabeza y estos a su vez las queman por los pies y por las piernas, con los gritos y bulla que como es consciente han de levantar y todo esto lo hacen sin ruborizarse, en presencia de sus padres ó esposos y aún en presencia del vicario y saludándome al pasar como si se tratase de un juego de niños”.


   Com podeu veure, aquesta tradició, que avui fa rialles d’innocent que sembla, va ferir tant la sensibilitat del vicari Artigues que no dubtà de transmetre la seva indignació al mateix Bisbe. 

       Evidentment el Carnaval tenia un altre sentit per als nostres repadrins.