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Categoria: Cartes
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"Me encanta mi trabajo, y vengo cada día a realizarlo de la mejor manera que se, aprendiendo a diario cosas nuevas, como el resto de mis compañeros de trabajo,..."






Publicam aquesta carta remesa per un policia local de Capdepera. És una visió personal del conflicte i la reproduïm així com ens ha arribat.

" Hace ahora poco más de un año, a finales de Abril de 2016, se celebró en las dependencias de la Policia Local de Capdepera una reunión entre el alcalde del municipio y toda la plantilla de Policía.

Con varios puntos por tratar antes de la temporada estival, durante dicha reunión, yo, un Policía cualquiera de la plantilla, no estaba de acuerdo con varias de las decisiones que él pretendía tomar de cara al verano que estaba a punto de comenzar. Mantuvimos una discusión un poco subida de tono, digámosle acalorada, siempre desde el respeto y la consideración debida por parte de ambos. Pero nuestras posturas eran diferentes, y a los dos días después de la mencionada reunión insistí en lo que yo creía que eran mis derechos como trabajador, solicitando los mismos por escrito a mi correspondiente mando superior.

Y a partir de aquí, el desenlace de los acontecimientos... cuál fue mi sorpresa al ver que al día siguiente de solicitar mis derechos por escrito, me remiten desde Alcaldía un Decreto en el cual se me informa que, después de los últimos cuatro años desempeñando mi función en la Unidad, se me cesa en un plazo máximo de 24 horas, debiendo abandonarla sin ningún derecho a replica o recurso, alegando una reestructuración en la plantilla...

Hasta ese momento no existía noticia alguna de que la plantilla necesitara una reestructuracion interna, y dicha reestructuracion era desconocida para el resto de componentes del colectivo policial, incluidos agentes y mandos.

Acaté el Decreto como no podía ser de otra manera, y abandoné la Unidad. Se me asignó un nuevo puesto en el que sigo actualmente, más de un año después de los acontecimientos, y en el que he sido bienvenido y me he sentido arropado por todos mis compañeros desde el primer día.  Pero no entendía lo que estaba ocurriendo...

Durante más de once años de servicio en el Municipio de Capdepera, nunca he tenido ningún expediente sancionador, ninguna falta leve, grave o muy grave, ningún informe negativo por el desempeño de mis funciones, o quejas por parte de alguno de mis compañeros o superiores. Y los ciudadanos que me conocen después de tantos años trabajando aquí, ya saben todos qué clase de persona soy.

Y sin embargo, ahí estaba, abandonando mi puesto sin previo aviso y sin ningúna posibilidad de intentar conservarlo a través de un consenso... y todo por solicitar lo que me corresponde por ley.

Pues NO. No pensaba quedarme de brazos cruzados ante semejante injusticia. Así que después de asesorarme jurídicamente, solicité mediante escrito al Ayuntamiento los motivos de mi cese, y al no recibir respuesta en el plazo estipulado, decidí denunciar mi situación ante el Juzgado correspondiente.

Y la justicia se ha pronunciado. 13 meses después ha tenido que intervenir un Juez y anular el Decreto que recibí, ya que, al parecer, no se adecua al ordenamiento jurídico. Es decir, que no hay ley que lo respalde...

Y ahora? Pues ahora resumamos la sentencia judicial a ver qué dice: "declarando el derecho del recurrente a continuar en la mencionada Unidad, con los derechos retributivos correspondientes, con efecto desde la fecha del cese". Y en el siguiente punto añade: "Imponer las costas procesales a la parte demandada".

Lo que significa que las arcas municipales (sí, los contribuyentes de Capdepera) tendrán que asumir la cantidad de dinero correspondiente para hacer frente a ambos pagos (que sumándolos da una cantidad aproximada por encima de los siete mil euros, todavía sin confirmar).

Y aún a día de hoy sigo sin entenderlo. En mi más humilde opinión diré que después de realizar tantos esfuerzos durante tantos años, creo que no me merecía un trato semejante. Me encanta mi trabajo, y vengo cada día a realizarlo de la mejor manera que se, aprendiendo a diario cosas nuevas, como el resto de mis compañeros de trabajo, de la manera que nos han formado para ello. Y cuesta mucho llegar hasta aquí; no nos han regalado nada.

No vivo en Capdepera, soy un trabajador más que viene desde otro municipio para trabajar aquí. Y vengo de lejos. Es algo que asumí desde el primer día y no me arrepiento. Pero dicha circunstancia ha hecho que muchas veces no tuviera la ocasión de volver a mi casa a dormir, a comer o a ver a mis familiares. He dormido en el interior de mi coche frente al cuartel de policía en infinidad de ocasiones, me he perdido cumpleaños, bautizos, bodas, comuniones, cenas de antiguos alumnos, fines de semana en hoteles, viajes, quedadas, reuniones y todo lo que una persona realiza con sus amigos y sus seres queridos. Todo porque las circunstancias son las que son, no vamos a buscar culpables ni a señalar a nadie. Pero es así. Y hay cosas que se pueden evitar, o al menos tratar de evitarlas. Y más si le toca pagar el pato al que menos culpa tiene.

Lo que pretendo al contar mi historia es que los ciudadanos del Municipio sean conscientes de la situación, que no se les deje con la venda en los ojos y que sepan cómo toma las decisiones el actual equipo de gobierno, y quien paga los errores.

Cosas así hacen que uno se plantee si realmente es aquí donde debe o quiere estar, o si después de tantos esfuerzos realmente no vale la pena seguir para que vuelvan a pagarme con la misma moneda...u otra peor. Hasta que me ha ocurrido esto, ni me lo había planteado... Alguno de vosotros cree que me quedan algunas ganas de volver a recuperar aquel puesto en la Unidad? Para que...

Y no era necesario. De verdad que no lo era."

 

Un Policía Local cualquiera de Capdepera.