El propvinent 25 d’agost  es compliran 60 anys des que el Castell de Capdepera, va començar a ser “el marc incomparable” (com resaven els programes de festes patronals de 1958) des d'on es “dispararien variats y nombrosos focs artificials de la revetla tradicional de Sant Bartomeu”. De llavors ençà, amb excepció dels darrers tres anys, el recinte emmurallat continua més dret que un fus, com si res. Però tècnics té el Govern i amb ells s’han topat els nostres mandataris. Amen!

Serveixi això d’introducció per recordar aquelles “festes populars de 1958 a Capdepera i Cala Ratjada (encara amb “t”) del mateix terme (referint-se a tot el municipi, per a qui no ho sabés), patrocinades per l’Ajuntament”, segons anunciaven uns llibrets de 56 pàgines, a tamany mig foli, amb una introducció signada en castellà i en francès pel batle d’aleshores, Bartomeu Massanet.

Una introducció que, amb algunes variants, fou la mateixa al llarg dels anys següents, una cosa semblant al que ara diríem “copiar y pegar”, imolt semblant a l’actualitat quant a l'ordre i repetició, any rere any, sense cap mena d’imaginació, dels actes programats. Transcrivim la presentació del batle: ”El tiempo, con su formalidad ejemplar, nos trae una vez más los días en que según tradición secular celebraremos nuestras fiestas anuales. Con tal motivo es para mí un honor y una satisfacción el dirigirme al vecin-dario para expresarle mis mejores deseos de que tales fechas sean venturosas y alegres para todos. Tengo interés en dejar sentado que al referirme al vecindario incluyo en este concepto a los turistas y veraneantes que son nuestros huéspedes temporales, a quienes transmito mi anhelo de que su estancia en las poblaciones de nuestro munici-pio les sea completamente grata y que sus vacaciones les resulten tan amenas como felices. En especial a los forasteros, tanto nacionales como extranjeros, me interesa igualmente dirigirles un ruego: Que cuando regresen a sus hogares cuenten a sus amistades y conocidos lo que son Capdepera y su puerto: Cala Ratjada. Háblenles de su topografía variada y sugestiva; de los pinares que llegan hasta el mar de aguas claras y rodean las moradas silenciosas; de las extensas playas de arena finísima; de las calas de fondos verdes y azules; de los panoramas que son gigantescos lienzos naturales de belleza inimitable; del sol y de la luz que tonifican el cuerpo y embriagan el espíritu; del encanto y del éxtasis en que cae el alma cuando contempla este maravilloso extremo de Mallorca. Sugiéranles que el año próximo vengan a ver este conjunto armónico y suave que jamás olvidarán. Tengan la seguridad  de que serán bienvenidos y que haré cuanto de mi dependa para que sean bien considerados y atendidos. Si vienen,  hallarán en nosotros un pueblo que quiere conocer a los demás y ser conocido por ellos y que, por encima de todo, anhela la hermandad y el cariño entre los habitantes de todas las tierras. Seguirá inexorablemente el curso de los días; terminaràn las fiestas y las vacaciones y cada uno de nosotros deberá reintegrarse a sus ocupaciones habituales, pero lo haremos pensando que hemos vivido unas semanas o unas horas dichosas y que su recuerdo nos acompañará hasta enlazar con otro año y otras fiestas. Las esperaremos con ansia, entre suspiros de ilusión. Mientras tanto, trabajaremos. Esto es necesario también y, afortunadamente,  el trabajo no es un obstáculo para los ensueños. Nuestra imaginación, completamente libre, puede alumbrar a cada instante las más bellas escenas y nada nos impide el pensar que mañana serán una venturosa realidad. Todos podemos forjarnos la ilusión de que dentro de doce meses volverán estos tiempos de alegría y satisfacción. Por mi parte así lo deseo para mis convecinos y para quienes nos hacen el honor de visitarnos este año, lo mismo para los que se pro-pongan venir en el próximo. A todos, nacionales y extranjeros, mi saludo cordial y mis votos de felicidad en el seno de la paz. El Alcalde, Bartolomé Massanet.


El secretari municipal, el 1958, Joan Reynés Gual, hi tinguè molt a veure en l’elaboració d’aquesta tirallonga de “En vísperas de fiestas”, que és com es titulava el text fins aquí detallat en castellà. Però el més curiós, quan giram la ullada 60 anys enrere, és haver pogut comprovar la similitud del contingut amb quasi totes i cada una de les presentacions de festes dels sis anys següents. Qualsevol diria que els batles que succeïren Bartomeu Massanet restaren tan bocabadats davant el text en qüestió que el volgueren immortalitzar durant el llarg període indicat, quasi institucionalitzant-lo, però, això sí, eliminant la versió en francés. Viure per veure!


  Bartomeu Melis “Meyme”